UNA MENTE MARAVILLOSA (A BEAUTIFUL MIND)
  DIRECTOR: Ron Howard GUIÓN: Akiva Goldsman
 
INTÉRPRETES:
Russell Crowe (John Nash), Ed Harris (Parcher), Jennifer Connelly (Alicia Nash), Christopher Plummer (Dr. Rosen), Paul Bettany (Charles)
 
GÉNERO:
Drama biográfico
2001


PUNTUACIÓN:
8
   


Cuatro Oscars de ocho posibles y otros tantos globos de oro, incluyendo en ambos casos a la mejor película, es algo que nos guste o no marca a una película. Esto supuso la consagración de Ron Howard, pues se llevó el premio al mejor director y con el Oscar en la mano subió también a por el de película, pues es productor junto a Brian Grazer con Image Films, productora que fundaron en 1985. Recogieron ese Oscar de mano de su buen amigo Tom Hanks, al que conocían de películas como Splash o Apolo 13. Los premios ese año fueron extraños. Vencieron al primer Señor de los Anillos (que aún así se llevó cuatro) y a la que parecía favorita Mouline Rouge que ganó sólo dos.

Ron Howard es uno de esos niños prodigio (acreditado en sus inicios como Ronny Howard) que no han llegado a quemarse y que gracias a reconvertirse en director ha triunfado. Hijo de actores debutó con 18 meses. Hizo muchos trabajos para televisión y en cine películas como American Graffiti, de George Lucas, pero una vez que empezó a dirigir dejó la interpretación.

Esta película, basada en un libro de Sylvia Nasar, trata de la vida de John Forbes Nash Jr. (suavizándola mucho pues no aparece ni su supuesta bisexualidad, líos familiares y con la justicia y alguna otra lindeza por el estilo), un famoso matemático que ganó en 1994 el Premio Nobel de economía tras sobrevivir a una enfermedad tan destructiva como la esquizofrenia. Precisamente la forma en que se trata esta enfermedad en la película es parte importante de la misma y hay asociaciones que le han dado premios y alabanzas por ello. El director decía que esperaba que después de ver la película la gente mirara de forma diferente a una persona a la que vieran en una esquina hablando sólo, porque esta enfermedad es muy dura y a los esquizofrénicos les hace ver un mundo tan real como en el que vivimos el resto. También se ve la dureza que supone para los amigos y familiares. De todas formas de los años en que la sufrió Nash a ahora se ha avanzado mucho.

Para este hombre la enfermedad empezó ya en la Universidad, pero como a los genios siempre se les ha considerado muy excéntricos, no recibió tratamiento. Ahí es donde empieza la película y ya entonces se ve como le atormenta el mundo y la dificultad para integrarse en la sociedad. Es primera parte está rodada en Princeton, en su maravilloso campus. Nash es interpretado por Russell Crowe, que pone toda la carne en el asador para recrear el mundo personal de este hombre.

En esa parte hay una escena muy bien hecha que plantea como se le ocurrió su teoría del juego que le llevaría a ganar el Nobel muchos años después, explicándolo en forma de una rubia que entra al bar y cómo deben él y sus amigos atacar a ella y sus amigas para llegar al éxito.

Después de plantear la teoría la película pasa a tratar sus años trabajando para el gobierno. Es un cambio radical en el estilo y lo que se cuenta es algo menos realista, ya que lo que él hizo durante ese tiempo es confidencial, Top Secret, ni siquiera la tecnología que aparece es de esa época.

Cuando empieza a dar clases aparece en escena Jennifer Connelly (que también se llevó Oscar) interpretando a la que llegaría a ser su mujer. La escena en la que se conocen sí que parece ser real. Ella era una alumna y el primer día luchó con él por dejar abierta una ventana, pues hacía mucho calor, a pesar del ruido.

En una película que está basada en hechos reales creo importante conocer al personaje en que se basa, en este caso, o los hechos reales. Eso es más fácil en la actualidad con las ediciones en DVD. Desde luego viendo al Nash auténtico no parece que tenga mucho que ver con Russell Crowe, que en la película aún conserva los brazos del Gladiador que acababa de hacer, pero parece ser que la reproducción de sus hábitos sí que está hecha, pues el propio matrimonio Nash estuvo en el rodaje.

En la que podríamos definir como la tercera parte de la película vemos el desarrollo y los peores momentos de la enfermedad. Ahí tiene gran importancia el papel de Ed Harris. Es curioso porque durante la producción de la película Harris y Crowe luchaban por ganar el Oscar de ese año, por Pollock y Gladiator respectivamente. Ganó el segundo.

En la última parte de la película vemos el envejecimiento de todos los personajes, mediante exagerado maquillaje, la curación de Nash, su vuelta a Princeton como profesor y el premio Nobel.

Otros actores que intervienen son Anthony Rapp y Adam Goldberg, que no es su primer trabajo juntos. Ya coincidieron (con un look muy diferente) en la película de culto Dazed and Confused de 1993 (Aturdidos y Confusos, que aquí se tradujo, me parece, por Movida del 76, porque es difícil acertar con estos cambios que hacen) escrita, producida y dirigida por Richard Linklater y en la que aparecía un joven generación de desconocidos por entonces que hoy no lo son tanto. Aparte de estos dos estaban nombres como Jason London, Milla Jovovich, Ben Affleck, Parker Posey, Matthew McConaughey, Joey Lauren Adams, entre otros. Goldberg, como el director Howard, ha dirigido y escrito otras películas. También hay un pequeño cameo del padre, la hija y la mujer del director, a la que pone en todas sus películas, como una especie de amuleto. Otro actor de los que hay aquí que me gustó mucho es Paul Bettany (hay que verlo en Dogville, de Lars von Trier). De este rodaje salió una gran amistad entre él y Russell Crowe que ha permitido que ambos vuelvan a coincidir en Master and Commander.

Son importantes los efectos especiales, tanto los que se ven (luces y cosas que imagina el protagonista), como los que se intuyen (nieve, palomas que no se vuelan cuando corren a su alrededor, transiciones estacionales) y los que directamente no se notan (hojas de árboles, paredes, la escalofriante escena del bebé en la bañera). Usan para hacer los efectos el denominado Digital Domain.

Sin efectos y sin nada, me gustan también las escenas en que se intenta declarar a las chicas de forma desastrosa. Es divertido.

El primer montaje que se hizo de la película duraba cerca de las tres horas. Se eliminaron algunas escenas (que pueden disfrutarse, con comentarios del director y todo en el DVD) para dejarlo en dos horas y cuarto. Y es que lo que le ocurrió a este hombre es mucho para una sola vida.

 

J.F.K.
 


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