He visto películas más asquerosas, más aburridas o más descerebradas, pero esta se lleva la palma como la más insulsa que ha pasado ante mis ojos.

Me alegro de haber malgastado sólo las pelas de alquilarla en el videoclub, algo menos que lo que me hubiera gastado en el cine. También que sólo se tenga que perder una hora y cuarto escasa para verla completa.

Hay películas malas de las que al menos puedes sacar algo de provecho, algo para pensar o… algo, pero de esta o alguien me ayuda o no logro encontrarle nada de nada. El argumento es flojísimo, la calidad pésima, los actores bochornosos, la ambientación nula y no asusta ni a un teletubi.

¿Cuál ha sido entonces el secreto de su éxito? No lo sé. El boca a boca no creo. La curiosidad puede y sobre todo que supieron venderla bien, la convirtieron en un producto de marketing y aprovecharon el nuevo boom de internet para hacer que se hablara de ella en todos los sitios.

Dudaba cuando decían que era un timo y que la gente se salía de los cines, pero después de verla es perfectamente comprensible y me lo creo. Está bien que la gente intente hacer películas con medios escasos, pero para eso hace falta un buen argumento, una buena historia, un buen desarrollo y mucho talento, pero aquí no se puede hablar positivamente de ningún aspecto. No le auguro ningún éxito a los timadores directores Daniel Myrick y Eduardo Sánchez ni a ninguno de los actores: Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael Williams. Tampoco creo que se coman un colín si siguen en este plan con la secuela ni precuela ni todo lo que quieren sacar basado en esta patraña. Sí nos reiremos con la parodia que ya han hecho sobre ella.

Mi nota: no le doy un cero patatero porque al menos se lo han currado en la promoción (no sé si ellos u otros).