Festival Actual 2004
Escenario de Culturas Contemporáneas


MARATÓN DE CINE

Un año más puntual a su cita vuelve el Maratón de Cine del Festival Actual. Este año no ha sido la madrugada del sábado al domingo, como es tradición, sino del viernes al sábado. La tradición que no se ha perdido es la de subir la entrada un euro más, con lo que se ha puesto ya en los 10 €, que puede no ser mucho en términos generales, pero como subida es bastante más del 10% respecto al año pasado y cerca de un 70% acumulado en las últimas 5 ediciones (en el año 2000 costó 1000 ptas., 6€).

Una buena idea para años sucesivos sería adelantar un poco la hora de inicio ya que las 00:30 es un poco tarde. Supongo que lo harán para no perder la última sesión en los cines Golem, donde se proyecta el Maratón, pero como para el año que viene seguirán subiendo la entrada, pues podían empezar a las 23:30 o a las 23:00, que para eso lo pagamos.

Como es habitual antes de las películas se proyectó el corto ganador del Panorama de Cortos del Actual. En esta edición ha sido "Sueños" de Daniel Guzmán, la historia de dos críos en una azotea haciendo el gamberro y hablando de sus cosas.

Los bocadillos de jamón, el caldo y el vino, como siempre han significado una excelente recarga de energías para continuar con las dos peñículas que restan después de comerlos. Deberían dejar un poco más para reposar. Además mucha gente se va a casa aprovechando este interludio.

En cuanto a la calidad de las películas ofrecidas, a priori parecian muy buenas, con muchos festivales y muchos premios a sus espaldas y no defraudaron. Una española, que siempre se agradece para empezar, una de vidas cruzadas que te hace mantener un poco más la atención, una de adolescentes, interesante aunque lejana y la propuesta para acabar, que ha sido una de terror.

Buena selección, aunque se echó de menos una comedia, que hubiera debido ser la española. De todas formas empezar con una española es un acierto, para relajarse un poco de leer subtítulos y no agotarse desde la primera. Este año las otras 3 han sido en el mismo idioma, inglés, aunque la segunda era irlandesa y es un poco diferente. Un acierto poner una de terror (más bien humor negro) para acabar, la manera más fácil de evitar los cabeceos que da la gente a esas horas de la mañana.

Las cuatro películas han tenido un nivel alto, algo que no suele suceder ya que al menos una de las cuatro suele ser algo más floja que las demás. Para mí, con la experiencia que me dan siete maratones consecutivos, esta ha sido la mejor edición de las que he visto. Vamos a analizar cada una de ellas.


ASTRONAUTAS
(Santi Amodeo, España, 2003)

La española.

Es una película original. Está narrada con un estilo muy personal pero a la vez sencillo, que te permite sumergirte en la trama y dejarte llevar sin necesidad de comerte la cabeza con extrañas simbologías indescifrables. Aquí las cosas son lo que parecen. Realismo puro.

El protagonista es un tipo un tanto raro, se siente como un astronauta al que han soltado en un mundo que no es el suyo pero al que se tiene que enfrentar aunque no quiera. Y en esas está, intentando posponer lo máximo posible su inmersión en la realidad que le rodea y le es tan distante, cuando aparece en su vida de forma inesperada una “cría” de apenas 16 años que le ayudará (o no) a sobrellevar el periodo de adaptación que está llevando para volver al mundo real.

Estos dos actores son Nancho Novo, un tipo curtido en interpretaciones y con tablas suficientes para recrear un personaje que es a la vez tierno y duro, agradable y pendenciero, drogata y sano. La chica es interpretada por Teresa Hurtado de Ory, una deliciosa joven con una naturalidad aplastante a la que puede que veamos nominada dentro de unos años como actriz revelación aunque sea desde ya cuando se está revelando como actriz. Le falla un poco el excesivo acento andaluz que tiene.

El personaje principal en un periodo anterior de su vida había sido una especie de artista, poeta, dibujante, etc. Para salir de su crisis se dedica a hacer unos “colages” muy curiosos que sirven de excusa en la película para recrearlos de forma animada en unas escenas tipo “the wall” de Pink Floyd que quedan muy bien. De esa forma están hechos también los créditos del principio.

El director, Santi Amodeo sorprendió hace unos años con una película rodada con cuatro duros al alimón con Alberto Rodríguez titulada “El factor Pilgrim” (proyectada en el Actual 2001) que tuvo bastante éxito por su frescura y buen resultado.


INTERMISION
(John Crowell, Gran Bretaña, 2003)

La de vidas cruzadas.

Es una de esas típicas historias de vidas cruzadas, donde vemos lo que le va sucediendo a la gente que habita un barrio cualquiera en Irlanda.

Este tipo de películas suelen ir contándonos lo que le van sucediendo a los personajes por separado para llegar a encontrarse entre ellos en algún momento, pero esta es mucho más fluida y dinámica y el “cruce” de vidas se da constantemente y con dispares relaciones entre ellos: positivas, negativas, atrayentes, repulsivas…

Entre los actores el de más actualidad es Colin Farrell, un actor que ha encadenado unas cuantas películas comerciales en Hollywood que le han hecho saltar a la fama, aparte de su fama de “chico malo” que en esta película puede acrecentar, pues interpreta a un criminal sin escrúpulos al que lo mismo le da dispararle a un policía que pegarle a una camarera para robarle la caja.

El resto de actores pese a no ser muy conocidos de nombre en España, sí lo son mucho más de nombre y repasando su filmografía se pueden ver unas carreras consolidadas y en claro ascenso.

Se mezclan personajes marginales con otros de más alto estatus que aún así se “revuelven” entre ellos de forma incontrolada.

La acción constante y el cambio del tono de la narración en cada escena hace que la película en ningún momento pierda ritmo y se haga entretenida, ya que junta momento de humor con partes dramáticas, llegando en algunos momentos a no poder distinguirse el tipo al que pertenecen.


THIRTEEN
(Catherine Hardwicke, EE.UU., 2003)

La de adolescentes.

¿Recuerda cómo era su vida a los 13 años? Posiblemente fuera muy distinta a las niñatas salidorras que interpretan esta cinta, pero por lo que parece esto es real. Estamos acostumbrados a que directores como Larry Clark nos hagan una radiografía de los valores poco evaluables de la juventud americana. En este caso se baja aún un poco más el listón de la edad y nos cuentan la historia de una chica de 13 años, niña modélica e inocente que debido a la influencia de la típica chica popular del colegio convierte su vida en una espiral abierta de destrucción en todos los ámbitos. De todas formas las chiquillas están para echarles un ojo (los padres, para vigilarlas, no me piensen mal).

Las interpretaciones femeninas de esta película son impresionantes. No en vano la joven, aunque ya conocida Evan Rachel Wood, que interpreta a la protagonista y la veterana Holly Hunter, que hace de madre de la criatura, han sido nominadas a los Globos de Oro como actriz principal y secundaria respectivamente. Otra de las jóvenes actrices, la debutante Nikki Reed es además coguionista junto con la directora, la también debutante Catherine Hardwicke. De madre de esta actriz hace Debora Unger, una actriz canadiense que ya ha intervenido en varias grandes producciones.

La historia tiene momentos duros, con drogas, alcohol, sexo, peleas familiares y otra serie de malas influencias, pero también los tiene emotivos, de redención y sufrimiento de una familia que se desmorona y una joven cuyo futuro pinta tan negro como su presente.

La fotografía de la película acompaña a los hechos, quedando la imagen con menos color y una textura diferente en momentos “oscuros” o con colores más vivos en los ratos de alegría, lo que te hace meterte más en la película sin casi notarlo.


DEAD END
(Jean-Baptiste Andrea y Fabrice Canepa, Francia-EE.UU., 2002)

La de miedo.

Visto lo visto en el cine de terror de la actualidad, a esta película no se le puede decir que tenga una gran originalidad en cuanto al argumento. Tampoco plantea nada nuevo en cuanto a la “generación” del terror, ya que sigue planteando las típicas de escenas de susto, cuando sabes que el personaje no debe ir por ahí porque aparecerá algo que no le va a gustar, pero va… y aparece (escenas, por otra parte, que siguen funcionando”.

Pero lo cierto es que la historia da miedo, que es de lo que se trata y además difiere mucho de las otras en que la cuenta con un humor negro muy bien conseguido, sin llegar a resultar paródico. Tampoco se ayuda de escenas truculentas o desagradables.

Poniendo estos dos aspectos parece que la balanza se debería de equilibrar y resultar una película mediocre en su género, pero no, la película es muy recomendable. Te asusta pero te ríes. Es macabra pero no sanguinaria. Tiene ese toque especial que tienen las historias que pese a ser parecidas al resto tienen algo indescriptible que las hace diferentes, y eso es algo que el cine actual se echa de menos.

Los pocos actores que intervienen en la película consiguen unas interpretaciones a la altura. Todos son rostros conocidos, como los veteranos Ray Wise que pone un punto de racionalidad en la familia protagonista y Lin Shaye (la vecina de Mary en “Algo pasa con Mary”) una mujer extraña de por sí a la que los acontecimientos trastornan. Los hijos son Mick Cain, no muy conocido y Alexandra Holden, una joven actriz con un rostro de esos que se quedan grabados, aunque no sepas muy bien donde la has visto.

El argumento me recordó mucho a una película española de hace pocos años que no desvelaré para no fastidiar esta, pero que pese a tener un fondo prácticamente idéntico no me gustó la forma de tratar la historia. Será que aquí en España el terror no es lo nuestro.


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